Se ha comentado muchas veces que la principal barrera de los seres humanos a la hora de rendir en esfuerzos extremos está en la cabeza de cada uno.Una mente dispuesta y capaz viene a ser sinónimo de acoplamiento perfecto a los esfuerzos.
Esto que acabo de decir viene a cuento de que cuando afronto la terrible subida de Fabares desde la Huelga hasta arriba del extremo del cordal de Peón,me viene sin poder evitarlo esta aseveración de esfuerzo y mente.
Claro que motivos para pensar en ello hay de sobra.Y para contradecirlo también.
La subida de Fabares es ciclable al 100%,por ese lado no hay problema;pero ya de inicio los desniveles son de infarto;nunca por debajo del 20% y seguro con cotas cercanas al 30% y encima es bastante largo.
Así las cosas no cabe otra que decir que en este caso la cabeza ya puede decir lo que quiera que el que manda es el cuerpo.Y aquí el cuerpo enseguida dice basta.
No conozco a nadie que haya subido Fabares del tirón.Ni siquiera conozco a nadie que en determinados tramos haya podido subir montado.Es ciclable pero el desnivel te tumba.
Es una de las cosas que algún día me gustaría ver.A alguien subir por ahí en bici sin bajarse.
Mientras eso pueda ser yo me empeño una y otra vez cuando paso por allí en seguir pateándome parte de la subida.Y cuando después de un tiempo nunca corto y sin esfuerzo, llego arriba.Respiro,pienso y hago unas fotos.
Es lo que me dice la cabeza y en estas cosas si manda ella.
