miércoles, 1 de enero de 2014

DOS MIL CATORCE.




















Y la suerte está echada.
A pesar de ello deseo a todos para 2014 mucha suerte y sobre todo salud, que son valores universales y muy en alza;por cierto, en los tiempos que corren.
Y como de costumbres puede que esté forjado el destino de cada uno,en mi particular me doy un baño de buenas vibraciones con la salida en bici en la mañana de año nuevo.
Purifica cuerpo y mente,como creo que decía aquel eslogan más pegadizo que el dulzor de la bebida que se anunciaba en televisión.
Invariables;por lo demás, los esquemas de lo que para mí es un primero de año.
Opaco;esta vez,puede que más que otros atrasados,pero que encierra en ese tono el encanto de lo que es la tranquila soledad.
Para contar un poco más tarde,lo que se quiera.
Te llegas a concentrar a modo de entresijo mental mientras vas rodando por los caminos;piensas en el primer charco del año...La primera curva apurada...El primer árbol atravesado en la senda...En definitiva,un atracón de novedades para estrenar el año,que no hacen sino que pierdas rápido la concentración en el juego metal que antes se había iniciado.
Bueno,sin más.Que este año sigan llegando muchos charcos,muchas curvas y algún otro árbol atravesado que no quedará otro remedio que pasarlo como mejor se pueda.

Salud,siempre.