lunes, 8 de noviembre de 2010

Lo bueno.








Hay lugares en los que ya solo por acudir tienes garantizada una dosis de aventura.
Los lagos de Covadonga es uno de ellos.Siempre que acudo,que es una vez cada mucho tiempo,me vuelvo para casa con muchas cosas que contar.
En este ocasión,la anécdota es precísamente que no pude sacar fotos a los lagos.Era misión suicida.Vientos huracanados,lluvia y frío que te cortaba la piel a tiras.Mejor ni intentarlo.
La magia del lugar hace que te bajes un par de kilómetros en la misma ruta y que todo aparenta la tranquilidad que transmiten las fotos.
Es eso,apariencia y magia.
Habrá que volver con mejor tiempo.