De cualquier manera hay que exprimir las posibilidades fotográficas de un día que a priori no daba mucho de si.
Un corto espacio de tiempo que hay que estar presto a aprovechar.Un halo solanero que en ese preciso instante y por poco se cuela entre la nubosidad.Y captamos su fugaz baño de luz a sabiendas de que será muy breve.
Algo de intuición hay en esto y me había acercado para captarlo a uno de mis senderos preferidos y que tantas buenas jornadas ya me había proporcionado antes.
Mi 69er parece encantada en este entorno,su piel tostada se mimetiza a la perfección con la variedad de ocres otoñales.
