jueves, 25 de diciembre de 2014

POR NAVIDAD















Es toda una experiencia.En verdad pienso que son estos días con carga emotiva los que por una u otra razón al principio te obligan a efectuar el casi ritual de salir en bici y después te compensan una vez acabada la actividad con un estado que ronda la calma absoluta.
Puede ser algo relacionado con lo que yo llamo la efervescencia de la felicidad.Estado que se aloja en nuestro interior pero que solo en ocasiones especiales aflora manifestando sensaciones agradables.
Y ha aparecido un día tirando a amenazante,pero con la dosis ideal de hechizo,de esos que te prestan y se recuerdan durante un buen tiempo.
De reuniones de grupos en bici y en torno a la actividad,de pasar una jornada de la mejor forma haciendo lo que te gusta,de guardar un grato recuerdo de este paso por la Navidad acompañando al giro de las ruedas de la bici.Tan fugaz,tan sencillo,pero que deja esa huella en la tierra que perdura durante mucho tiempo.

Feliz Navidad y salud siempre.