domingo, 27 de enero de 2013

CUESTIÓN DE VOLUNTAD.



Fenómenos no tan habituales al lado de la cabaña del marqués.
Niebla densa y lluvia fuerte a la vez.Menos mal que no hacía mucho frío porque entonces sería la apoteosis.






No paró en ningún instante de llover.Este charco ya es una piscina.












Lo de hoy ha sido la crónica de algo anunciado.De lo que por la mañana temprano se ve venir.
Ya se salió lloviendo,aunque de manera débil.Esa falsa esperanza que hace que pensemos que igual mejora y deja de llover pronto es la que nos empuja a dar pedales en compañía del diluvio.
Es una fuerza interna extraña,que algunos fanáticos de las bicis tenemos.Pensar falsamente que no va a llover y llegar a creerlo aunque sea imposible argumentarlo de alguna forma.
Y después que nos quiten lo bailado,o más bien lo llovido.
Salud.