
Ha sido ahí construido por el hombre.Nadie lo diría.Parece algo natural.Un entorno idílico para gozo de nuestra pupila.



La eternidad reflejada en estas costas quebradas y escarpadas de Lastres y del pueblo de Luces.Miles de años hace y mil más seguirán.Ahora nos toca a nosotros disfrutarlo.

De mis anteriores visitas a Lastres me habían quedado imborrables recuerdos;todos ellos muy agradables.Es un lugar que atrae y engancha con fuerza.Por tanto mi clasiquísima Marin me pedía un día sí y otro también que la hiciera partícipe de todo lo bueno que le contaba sobre ese lugar.
Para ella le tenía reservado algo para recordar.